Paciente de diálisis mantiene su independencia al realizar su terapia domiciliaria a 400 km de su médico
A pesar de llevar 21 años batallando contra una enfermedad que afectó la capacidad de sus riñones, Joann sigue llevando la vida que quiere realizándose diálisis peritoneal en su casa en Anselmo, Nebraska. Joann puede dormir profundamente mientras se hace su terapia de diálisis por la noche. Mientras tanto, sus prestadores de servicios médicos utilizan una plataforma de telesalud interactiva para monitorear y ajustar su tratamiento desde su consultorio en Lincoln, Nebraska.
Joann es madre de tres hijos y ha vivido y trabajado toda su vida en su pequeña comunidad rural de Nebraska. Cuando estaba por cumplir 50 años, le diagnosticaron una nefropatía membranosa, una enfermedad renal que puede progresar hasta una Enfermedad Renal Terminal (ERT), lo que requiere que los pacientes sigan una terapia de diálisis o reciban un trasplante. A medida que la enfermedad avanzaba, empezó a sentirse cada vez peor.
“No me daba cuenta de lo débil que estaba y lo mal que me sentía”, explica Joann. “No tenía energía para trabajar en el jardín, ni para ir a ninguna parte o hacer nada. Solo estaba existiendo”.
El año pasado, el médico de Joann le indicó que debía empezar a hacerse diálisis para filtrar las toxinas de la sangre, la tarea que sus riñones ya no eran capaces de cumplir. Las opciones de diálisis actuales son: diálisis peritoneal (DP) o hemodiálisis (HD).
Es como saber que hay un ángel guardián cuidándote. La diálisis peritoneal me ha devuelto la vida.
Joann, Paciente de diálisis peritoneal
El centro de HD más cercano a su tranquilo rancho en Nebraska se encuentra a 130 km. Dado que el traslado lleva tres horas y la sesión de tratamiento otras cuatro horas, sería muy difícil que Joann mantuviera su casa y su estilo de vida. Y, además, necesitaría que alguien la llevara y la trajera de las sesiones de tratamiento, algo que significaba más complicaciones para su horario laboral y el de sus hijos adultos. Por suerte para Joann, la terapia de DP le permite realizarse el tratamiento que necesita sin sacrificar su vida cotidiana.
“Mi diálisis peritoneal es tan fácil de hacer durante la noche, por mi cuenta, y luego me levanto y hago mis cosas de cada día, lo que sea que quiera hacer”, explica Joann.
Para llevar a cabo el tratamiento, Joann utiliza el sistema de diálisis peritoneal automatizada AMIA de Baxter con sus características intuitivas, como la guía por voz, un panel de control con pantalla táctil y la plataforma de gestión remota de pacientes SHARESOURCE. SHARESOURCE es una plataforma de telesalud interactiva que también permite a los prestadores de servicios médicos de Joann gestionar proactivamente su atención ya que pueden visualizar información sobre el tratamiento relacionado con la diálisis domiciliaria que ya ha hecho, la cual se recopila automáticamente después de cada sesión de DP. Así, sus prestadores de servicios médicos pueden actuar sobre la base de esta información ajustando de forma remota las configuraciones de su dispositivo domiciliario sin necesidad de que ella tenga que desplazarse 400 km para ver a su nefrólogo.
“Es como saber que hay un ángel guardián cuidándote”, dijo Joann. “La diálisis peritoneal me ha devuelto la vida”.