Educación Médica Continua en Disrupción

Gerente Senior de Asuntos Médicos Baxter Colombia

A raíz de la pandemia, la virtualidad ha sido el canal predominante de transmisión de contenidos médicos en medios digitales. En la actualidad estos contenidos son de fácil de acceso y relativa disponibilidad. Desde la comodidad de la casa o el consultorio, los profesionales de la salud podemos conectarnos a los mejores congresos mundiales, webinars, etc. y escuchar a las personas más influyentes en cada campo a un bajo costo. Este punto de inflexión, sumado a la transformación digital de la vida diaria, abre nuevos horizontes y desafíos futuros para la EMC.

Juan Guillermo Ariza Lozano MD MBA MSc, Gerente Senior de Asuntos Médicos

Como dice el argot popular, los profesionales de la salud nunca dejamos de estudiar. El avance en la tecnología médica y la generación creciente de conocimiento clínico, son un desafío para los que queremos estar en la frontera de una especialidad. Esto le ha dado forma y desarrollo a lo que hoy conocemos como educación médica continua (EMC).

La EMC ha sido un medio de actualización y transferencia de conocimiento que ha ido evolucionando a lo largo de los años.  Una vez finalizados los estudios de pregrado o postgrado, en medicina u otras profesiones clínicas, la EMC toma un gran valor en el proceso de aprendizaje y mejoramiento de la práctica clínica.  En algunos países es un proceso obligatorio y certificado que condiciona la renovación de la licencia profesional o acreditación, en otros es una actividad que se busca de forma voluntaria.

La EMC ha sido abanderada tradicionalmente por las sociedades científicas y se provee en diferentes modalidades como: diplomados, congresos, cursos, simposios, etc. Así mismo, otros actores como la industria farmacéutica, la industria de tecnología médica, la academia y las instituciones de salud son grandes promotores de eventos de EMC que se organizan de manera individual o colaborativa.

A raíz de la pandemia, la virtualidad ha sido el canal predominante de transmisión de contenidos médicos en medios digitales. En la actualidad estos contenidos son de fácil de acceso y relativa disponibilidad. Desde la comodidad de la casa o el consultorio, los profesionales de la salud podemos conectarnos a los mejores congresos mundiales, webinars, etc. y escuchar a las personas más influyentes en cada campo a un bajo costo.  Este punto de inflexión, sumado a la transformación digital de la vida diaria, abre nuevos horizontes y desafíos futuros para la EMC. Algunas tendencias disruptivas que se empiezan a evidenciar son:

Democratización: la digitalización y desmaterialización de la EMC hace que los costos de producirla y escalarla sean cada vez más bajos. Esto permite que cualquier institución en salud, empresa o profesional pueda ser un jugador y producir contenido interesante en el campo de la EMC, lo cual tradicionalmente era del dominio de la academia y de las sociedades científicas.

La democratización permite que ya no existan barreras geográficas. Por ejemplo, un congreso realizado por una sociedad científica en Colombia puede fácilmente convertirse en un evento regional o mundial con las opciones que ofrece hoy la virtualidad. Hoy podemos traer a Colombia los mismos Speakers que en el pasado solo veíamos en los principales congresos de Europa y Estados Unidos.

Despersonalización: El medio digital despoja la comunicación de su carácter táctil y corporal. Ya no se trata de flujo de personas y networking, sino de flujo de información. El medio digital le da más valor al mensaje que al mensajero y los separa. Las posibilidades actuales permiten que un conferencista o curso pueda ser transmitido simultáneamente en 10 eventos diferentes y en varios idiomas. Es más, los contenidos tienen la posibilidad de estar disponibles asincrónicamente y tener a los mejores profesores del mundo a nuestra disposición 24 horas 7 días a la semana.  

Comoditización: La cantidad de conocimiento y contenido educativo disponible sobrepasa la capacidad atención, interés y retentiva de cualquier especialista. Un profesional de la salud puede recibir en su bandeja de correo un mar infinito de información, invitaciones a webinars, congresos cursos, etc. Esta abundancia de información termina por “comoditizar” el conocimiento. Por el contrario, lo que se hace limitado y empieza a ganar valor es la atención e interés del profesional de la salud. Lograr un minuto de interés en la mente de los médicos se va a volver más costoso que un metro cuadrado en Manhattan. Visto desde la perspectiva de oferta y demanda, difícilmente los profesionales de la salud volveremos a pagar sumas significativas por actividades de EMC y seremos mucho más selectivos (Desmonetización).

Las audiencias medicas demandamos cambios importantes. Primero, si vamos a emplear un minuto de nuestro limitado tiempo en actualización clínica, esperamos que ese tiempo sea cada vez de la mayor calidad y que cada evento sea una experiencia única. Sorprender y enganchar a las audiencias clínicas - en el nuevo escenario - se está volviendo un desafío importante para los que promovemos actividades de EMC como industria farmacéutica, academia o sociedades científicas.     

Segundo, necesitamos una EMC que se adapte a las preferencias individuales, expectativas y estilos de vida de los equipos clínicos. La omnicanalidad, flexibilidad e individualización de la oferta educativa serán la norma. El abordaje “one size fits all” en EMC y congresos es cosa del pasado y seguramente toda la oferta educativa se volverá más personalizada.  

Finalmente, los profesionales de la salud también consideramos que somos fuente de conocimiento y esperamos ser coparticipes de este constructo. Ya no nos basta con consumir información pasivamente en eventos de EMC, sino que queremos producirla y comunicarla de manera activa en diferentes espacios.  En la era digital cada individuo quiere estar presente, expresar su opinión y compartir su propio conocimiento. La educación EMC del futuro no será ajena a esta tendencia y los eventos se volverán más bidireccionales, participativos y colaborativos.

 

Juan Guillermo Ariza Lozano MD MBA MSc
Departamento Médico de Baxter